Ayer os comentaba que iba a comer con mis amigas y que nos reencontraríamos las tres Marías.
Hacía mucho tiempo que no nos reuníamos todos para pasar un ratito juntos, ponernos al día y sobretodo reír. Pero ayer era especial ya que por fin conocíamos a Stephan, el novio inglés.
El día no podía ser más agradable con lo cual decidimos comer en el patio de la huerta y allí todos reunidos pasamos un domingo inolvidable de buenas noticias, recuerdos, juegos, comida y muchas muchas risas.
La verdad es que hacía tiempo que no lo pasaba tan bien y mi cuerpo empezaba a necesitar algo así.
Os quiero mucho Beas. Gracias por estar en mi vida!!
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